domingo, 10 de diciembre de 2017

NÚMERO 378  DICIEMBRE 10 - 2017 (DOMINGO
 FUNDADO EN AGOSTO 12/2012.

 Director
 Bernardo A. Rendon  Restrepo
 bernardorendonrestrepo@gmail.com


 Editora y Asesora

 Alba Hoyos Botero 
 albahoyosbotero@gmail.com

 Galardonados con la
 1ª entrega de los premios
 ANTURO


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 ¿CUÁL ES EL VERDADERO ORIGEN DE LA  

  NAVIDAD?
 Muchas personas saben que la Biblia no menciona que los  seguidores de Cristo celebraran la Navidad. ¿De dónde, entonces,  proviene esta festividad? ¿Está la Biblia de acuerdo con dicha  celebración? ¿Se puede participar de este evento siempre que se  haga con el propósito de honrar a Dios y unir a las familias?


 El famoso actor y comediante estadounidense Drew Carey fue  entrevistado en un programa de televisión llamado The View [La  perspectiva]. En esta entrevista, sorprendió a la audiencia cuando  se refirió a la importancia de contar a los niños la verdad acerca  de Papá Noel (también conocido como Viejito Pascuero, San  Nicolás o Santa Claus).

 “No creo apropiado que se les diga que Papá Noel existe”, dijo  Carey. “Esa es la primera mentira que se les dice a los niños”. Y  agregó: “Por el contrario, debieran decirles que Papá Noel es un  personaje inventado para celebrar la festividad”. De otra manera,  “cuando los niños cumplen 5 años . . . se dan cuenta de que sus  padres les han estado mintiendo toda su vida”.

 Un poco antes, ese mismo año, el canal de cable Arts &  Entertainment emitió un programa acerca de la Navidad  llamadoChristmas Unwrapped: The History of Christmas (Navidad  al descubierto: La historia de la Navidad). La publicidad del  programa decía lo siguiente:

 “En todo el mundo, las personas celebran el nacimiento de  Jesucristo el 25 de diciembre. Pero, ¿por qué la natividad del
 Salvador debería estar marcada por la entrega de regalos? ¿Nació  realmente Jesús ese día? ¿Cuál es el origen del árbol de Navidad?

 “Emprenda un fascinante viaje para conocer la historia del festival  favorito del mundo y los orígenes de una de las tradiciones  occidentales más arraigadas. Descubra cómo la Navidad se  originó a partir de los festivales paganos, como la saturnalia  romana, que conmemoraba el solsticio de invierno”.

 Ambos programas se refirieron a un incómodo hecho: que Papá  Noel es ficticio y que la Navidad y sus símbolos se derivan de  festivales paganos romanos. Pero como veremos a continuación,  hay muchas otras fuentes de información sobre el origen de Santa  Claus y la Navidad.

 ¿Qué más hay detrás de estas antiguas tradiciones y prácticas?  ¿Importa o no que participemos de ellas? ¿Qué nos dice la Biblia  acerca de estas tradiciones?

 La celebración del dios sol

 Puede sonar extraño que una celebración religiosa que tiene el  nombre de Cristo asociada a ella pueda preceder al cristianismo.  Sin embargo, la fiesta que conocemos como “Navidad” se originó  mucho antes del nacimiento de Jesucristo.

 Algunos símbolos de la celebración pueden ser rastreados hasta  las antiguas civilizaciones de Egipto, Babilonia y Roma. Este hecho  no difama a Jesús, pero sí nos lleva a cuestionar el entendimiento  y sabiduría de quienes, por miles de años, han insistido en  perpetuar un antiguo festival pagano que se ha propagado a    través del mundo con el nombre de Navidad.

 Los cristianos de la iglesia primitiva se sorprenderían si supieran  que las costumbres y prácticas que asociamos con la Navidad se  incorporaron a la celebración del nacimiento de Cristo. No fue  hasta varios siglos después de Cristo que su nombre fue impuesto  a este popular feriado romano.

 Alexander Hislop explica en su libro Las Dos
 Babilonias: “Ciertamente, los más instruidos y sinceros escritores  de todas partes están de acuerdo en que el día del nacimiento de
 nuestro Señor no puede determinarse, y que no se tiene noticia de  que dentro de la Iglesia cristiana hubiera alguna fiesta como la  Navidad hasta el siglo tercero, ni que ella se guardara mucho  hasta bien avanzado el siglo cuarto” (1998, p. 153).

 Prácticamente en cualquier libro de historia podemos encontrar  la explicación de cómo el 25 de diciembre se convirtió en la fecha  de la Navidad, y la explicación de que en esta fecha el Imperio  romano celebraba el nacimiento del dios sol.

 En el libro 4000 Years of Christmas (4000 años de navidades)  encontramos la siguiente explicación de por qué el 25 de  diciembre llegó a convertirse en la supuesta fecha del nacimiento  de Jesús: “Ese día era sagrado no solo para los romanos paganos,  sino también para una religión de Persia que en esos días era una  de las rivales más enconadas del Cristianismo. Esta religión persa  era el mitraísmo, cuyos seguidores adoraban al sol y celebraban  su regreso ese día” (Earl and Alice Count, 1997, p. 37).

 El 25 de diciembre no solo se festejaba el nacimiento del sol, sino  también un antiquísimo festival de las naciones paganas en honor  a los días más largos que seguían al solsticio de invierno, el día  más corto del año. ¡De hecho, el precursor de la Navidad fue un  festival de mediados de invierno caracterizado por el exceso y el  libertinaje, que precedió al cristianismo por muchos siglos!

 La incorporación de prácticasanteriores al cristianismo

 Este antiguo festival era llamado de diferentes maneras según las  diversas culturas de entonces. En Roma era conocido como  saturnalia, en honor a Saturno, el dios romano de la agricultura.  Esta celebración fue incorporada por la iglesia romana primitiva,  que le dio el nombre de Navidad para apaciguar a los nuevos  conversos, que no querían abandonar esta celebración, y  aumentar así el número de adherentes al cristianismo.

 La tendencia del liderazgo católico del tercer siglo fue mezclarse  con el paganismo, una práctica de la que se lamentó amargamente  Tertuliano, un teólogo católico de esa época. En el año 230 d.C.  escribió sobre la inconsistencia de los cristianos practicantes, 

 contrastando sus prácticas políticas e inmorales con la estricta  fidelidad de los paganos a sus propias creencias:

 “Nosotros,” dice él, “que desconocíamos los sábados y las lunas  nuevas, y las fiestas en otro tiempo aceptables para Dios, ahora  concurrimos a la Saturnalia, a las fiestas de enero, a la Brumalia, a  la Matronalia; las ofrendas son llevadas de acá para allá, los  regalos del día de año nuevo se hacen con estrépito, y los deportes  y los banquetes se celebran con alboroto; ¡oh, cuánto más fieles  son los paganos a su religión, pues tienen cuidado especial para  no adoptar ninguna solemnidad de los cristianos” (citado por  Hislop, p. 154, énfasis nuestro).

 Ante su fracaso para convertir a los paganos, los líderes religiosos  de la iglesia romana comenzaron a transar, vistiendo prendas  paganas y haciéndolas propias. Pero, en vez de convertir a los  herejes a las creencias de la iglesia, fue la iglesia la que se  convirtió a las costumbres no cristianas y adoptó sus costumbres.

 Aunque al principio la primera Iglesia católica censuró esta  celebración, “esta festividad estaba ya demasiado arraigada en el  favor popular para poder abolirla, y la Iglesia [católica]  finalmente le cedió el reconocimiento necesario, creyendo que si  la Navidad no podía ser suprimida, debería ser preservada para  honrar al Dios cristiano. Una vez que se le dio un fundamento  cristiano al festival, se estableció plenamente en Europa, con  muchos de sus elementos paganos intactos” (Man, Myth &  Magic [Hombre, mito & magia], Richard Cavendish, editor, 1983,  vol. 2, p. 480, “Christmas” [Navidad]).

 La celebración se impone por sobre la Biblia

 Algunos resistieron aquellos venenosos compromisos  espirituales. “Hombres rectos hicieron lo posible para detener la  marea pero, a despecho de sus esfuerzos, la apostasía continuó  hasta que la Iglesia, con excepción de un pequeño remanente, se  sumergió bajo la superstición pagana. Está fuera de toda duda que  la Navidad fue, originalmente, una fiesta pagana. La época del año  y las ceremonias con las cuales se celebra todavía, prueban su  origen” (Hislop, p. 153).

  Tertuliano, mencionado anteriormente, se desvinculó de la  iglesia romana en un intento de acercarse más a las enseñanzas  de la Biblia.

  Pero él no era el único que desaprobaba esta tendencia. “En el  año 245, Orígenes, en su octava homilía sobre Levítico, repudia  como pecaminosa la sola idea de observar el nacimiento de Cristo  como si fuera un faraón” (The Encyclopaedia Britannica, 11th  edition, vol. 6, p. 293, “Christmas”, [Enciclopedia Británica, XI  edición, vol. 6, página 293, “Navidad”]).

  La Navidad no fue un feriado romano hasta el año 534 (ídem).  Tomó 300 años para que el nombre y los símbolos de la Navidad  reemplazaran a los antiguos nombres y significados del festival de  invierno, una antigua celebración pagana.

 La Biblia nunca menciona el nombre de Papá Noel

 ¿Cómo es que Santa Claus entra en escena? ¿Por qué esta mítica  figura está tan estrechamente vinculada con la celebración de la  Navidad? En este caso también hay mucha bibliografía que ayuda  a vislumbrar los orígenes de este popular personaje.

 “Santa Claus” es una mala adaptación estadounidense del nombre  holandés Sinterklaas, que es la versión corta de Sint Nikolaas, un  personaje llevado a América del Norte por los primeros colonos  holandeses. Este nombre a su vez proviene de Saint Nicholas (San  Nicolás), obispo de la ciudad de Myra, ubicada en el sur de Asia  Menor, un santo católico honrado por los griegos y los romanos  cada 6 de diciembre.

 Él fue obispo de Myra en la época del emperador Diocleciano. Fue  perseguido y torturado por profesar la fe católica y estuvo  encarcelado hasta la llegada de Constantino al poder, cuyo  reinado fue más tolerante (The Encyclopaedia Britannica, 11th  edition, Vol. 19, p. 649, “Nicholas, St.” [“Nicolás, San”]). Varias  historias aseguran que hay una conexión entre la Navidad y San  Nicolás, en especial en cuanto a dar regalos al comenzar la noche  el día de San Nicolás, que posteriormente se transfirió a la  celebración de la Navidad (ídem).

 ¿Cómo es posible que un obispo proveniente de la asoleada costa  mediterránea de Turquía llegara a asociarse con el hombre de  traje rojo que vive en el Polo Norte y que se traslada en un trineo  tirado por renos voladores?

 Después de todo lo que hemos aprendido acerca de los antiguos  orígenes precristianos de la Navidad, no deberíamos  sorprendernos de escuchar que Papá Noel no es nada más que  una figura reciclada de antiguas creencias paganas.

 Los elementos asociados con Papá Noel —su traje afelpado, el  trineo y los renos— revelan que su origen proviene de climas  fríos del lejano Norte. Algunas fuentes lo han rastreado hasta los  antiguos dioses de Europa del Norte, Odín (o Woden) y Thor  (Count, pp. 56-64). Se decía que Odín, representado con una larga  barba blanca, atravesaba el cielo montado sobre su caballo de  ocho patas llamado Sleipnir.

 Otros rastrean a Santa Claus hasta el dios romano Saturno y el  dios griego Silenus, compañero y guardián del dios del vino  Dionisio (William Walsh, The Story of Santa Klaus, [La historia de  Santa Claus], pp. 70-71).

 ¿Nació Jesucristo en diciembre?

 Eruditos de la Biblia que han escrito sobre el nacimiento de Jesús  concluyen que, basados en la evidencia de la Biblia, no hay  posibilidad alguna de que Cristo pudiera haber nacido cerca del  25 de diciembre.

 Alexander Hislop señala respecto al nacimiento de Jesús: “No  existe en toda la Biblia ninguna palabra que indique el día exacto  de su nacimiento, o la época del año. Lo que se registra implica  que en algún momento su nacimiento ocurrió, pero éste no pudo  haber sido el 25 de diciembre.

 “En el momento en que el ángel anunció Su nacimiento a los  pastores de Belén, ellos estaban pastoreando sus rebaños, de  noche y a campo raso . . . El clima de Palestina . . .
 de diciembre a febrero es muy penetrante, y no se  acostumbraba que los pastores de Judea  cuidaran sus rebaños a
 campo abierto desde fines de octubre” (p. 151, énfasis en el  original).

  Continuando con su explicación, agrega que las lluvias de otoño  en Judea comienzan en septiembre u octubre, lo que significa que  los eventos que rodean al nacimiento de Jesucristo registrados en  las Escrituras no pueden haber sucedido después de mediados de  octubre, por lo tanto, Jesús probablemente nació a principios del  otoño (p. 92).

 Otra evidencia que apoya la tesis de que Jesucristo nació en otoño,  es que los romanos eran lo suficientemente inteligentes como  para no exigir el pago de los impuestos ni viajes en pleno  invierno, sino en una temporada de condiciones climáticas más  favorables.

 Debido a que el linaje de José provenía de Belén, y a que tenía que  viajar de Nazaret (en Galilea) hasta Belén acompañado de su  esposa embarazada, hubiera sido imposible para José y María  hacer el viaje en invierno. Como registra Lucas, María dio a luz en  Belén, durante el tiempo del censo y pago de impuestos. Ningún  organismo oficial hubiera planeado esto para diciembre.

 ¿Qué diferencia hace esto?

 La Biblia no nos da ninguna razón —y ciertamente ninguna  instrucción— para que apoyemos los mitos y las fábulas en torno  a la Navidad y Papá Noel. Ambas tradiciones están vinculadas al  sistema de este mundo y en abierta oposición al camino de Cristo  y su santa verdad. “Así dijo el Eterno: ‘No aprendáis el camino de  las naciones’” (Jeremías 10:2).

 Los verdaderos cristianos deberían examinar el origen de los  símbolos navideños y dejar de decir a sus niños que Santa Claus y  sus duendes, renos y regalos están relacionados con Jesucristo,  pues definitivamente no lo están.

 ¡Dios odia la mentira! “Seis cosas aborrece el Eterno, y aun siete  abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos  derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina  pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el
 testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre  hermanos” (Proverbios 6:16-19).

  Cristo revela que Satanás el diablo es el padre de las mentiras  (Juan 8:44). Los padres deberían contar a sus hijos la verdad  acerca de Dios y de las prácticas de este mundo, confusas y  contrarias a su Ley. Si no lo hacemos, solo perpetuamos la noción  de que es aceptable que los padres mientan a sus hijos.

 ¿Puede un cristiano promover un feriado pagano y sus símbolos  como algo que Dios o Cristo han aprobado? Veamos lo que Dios  piensa acerca de las personas que usan costumbres y prácticas  enraizadas en religiones falsas para adorarlo a él y a su Hijo.  Encontramos su opinión claramente expresada en el Antiguo y el  Nuevo Testamento.

 Dios específicamente ordena a su pueblo no hacer lo que antiguos  líderes de la iglesia hicieron, incorporando prácticas idólatras y  llamándolas cristianas. Antes que los israelitas entraran a la  Tierra Prometida, Dios les advirtió: “Guárdate que no tropieces  yendo en pos de ellas, [los habitantes paganos de la Tierra] . . . ; no  preguntes acerca de sus dioses, diciendo: ‘De la manera que  servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré’. No  harás así al Eterno tu Dios; porque toda cosa abominable que el  Eterno aborrece, hicieron ellos a sus dioses . . . Cuidarás de hacer  todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás”  (Deuteronomio 12:30-32).

 Muchos siglos después, el apóstol Pablo viajó a numerosas  ciudades gentiles y fundó en ellas iglesias. A los miembros de la  Iglesia de Dios en Corinto, una ciudad sumida en la idolatría,  Pablo les escribió: “No os unáis en yugo desigual con los  incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la  injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué  concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el  incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los  ídolos?

  “Porque vosotros sois el templo del Dios viviente . . . ‘Por lo cual,     salid de en medio de ellos, y apartaos’, dice el Señor, ‘y no toquéis   lo inmundo; y yo os recibiré’. . . Así que, amados, puesto que
  tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de  carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de  Dios” (2 Corintios 6:14-17; 7:1).
 En vez de permitir a los miembros renombrar y celebrar  costumbres asociadas con falsos dioses, Pablo les dio  instrucciones muy claras: no debían tener nada que ver con ellas.  De manera parecida, les dijo a los atenienses que estaban  inmersos en la idolatría: “Habiendo pasado por alto los tiempos  de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo  lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30).

 Dios prohíbe expresamente adoptar días y costumbres de  adoración paganos para honrarlo a él. Jesucristo explica  claramente que “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y  en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24). No podemos  honrarlo de verdad con prácticas falsas originadas en la  adoración de dioses inexistentes.

 Jesús dijo: “Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está  lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas  mandamientos de hombres” (Marcos 7:6-7). Con Dios no se  permiten sustitutos. No importa si los cristianos que observan  Navidad lo hacen convencidos de que está bien; Dios no se  complace de ello.

 El Dios Todopoderoso, quien nos creó, nos preserva y nos da vida  eterna, ha hecho su voluntad en este asunto y lo ha dado a conocer  a través de su Palabra, la Biblia. ¿Honrará usted a Dios o seguirá  las tradiciones de los hombres?
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              NAVIDAD: TIEMPO PARA VOLVER A

                                  EMPEZAR

Todos los años, así como ahora, celebramos un cumpleaños más del nacimiento de Jesús, el Salvador. Todo el mundo se prepara a celebrar la Noche Buena con mucha expectativa y alegría en unión de los seres queridos. Es tal la algarabía que nadie se detiene un momento para reflexionar sobre el significado de esta fiesta y la razón porque nació Jesús, el Hijo de Dios entre nosotros. Son pocas las personas que saben el significado salvífico de este gran acontecimiento en la historia de la humanidad. Hecho sin precedentes en la historia universal. Desafortunadamente la mayoría de las personas han reducido esta fiesta a una mera fiesta de muchos colores, bengalas, regalos y una gran cena.

En este tiempo de Navidad debemos reflexionar que el nacimiento de Jesús obedece aun propósito redentor de Dios, el cual consiste en liberarnos de toda estructura de maldad que nos impide vivir la vida en plenitud. Es por eso que el Salvador nació para romper las estructuras diabólicas que nos tienen subsumidos en una vida mediocre; nació para cambiar nuestras vidas, para que seamos felices y vivamos en Su plenitud. No debería existir ya el odio en nosotros, el rencor, la maldad, la violencia y la injusticia. Deberíamos vivir un tiempo de paz y de amor.

Dicho en otras palabras todo lo anterior, significa que el Señor quiere que vivamos una vida de calidad y no una vida en mediocridad, producto de vivir en medio de estructuras de pecado. Lograr esta vida de calidad, no es muy fácil, es necesario dejar de lado todo aquello que afecta nuestro ser, sea material o espiritual. Si optamos por vivir una vida de acorde a las enseñanzas de Jesús, entonces alcanzaremos una vida sana y feliz, en armonía con Dios y con nuestro prójimo. Lograremos ser instrumentos verdaderos del Señor, sólo para el bien y no para el mal.    

¿Y cómo poder realizar este gran cambio existencial? Hoy en día muchos viven una vida infernal, llena de problemas y no saben qué hacer. Se recurre a los chamanes, curanderos, brujos y adivinos, para que cambien su destino desastroso e incierto. Lo único que consiguen es ser estafados o en algunos casos, la muerte. Mucha gente cree que el gran cambio se dará a través de la ciencia o alguna disciplina humana, para ello se asiste a conferencias o charlas sobre cómo elevar la autoestima, buscando la eficiencia, la calidad de vida, entre otras cosas. Otros al no encontrar ninguna solución a sus problemas existenciales o económicos recurren al suicidio como último recurso. ¿Se podrá de esta manera lograr el verdadero cambio?

Como podremos observar, hay muchas propuestas para lograr el ansiado cambio de nuestras vidas, lamentablemente todas éstas están reducidas a categorías humanas y no la acción salvífica de Dios. El Señor nos sigue diciendo, aún en Navidad; que él es el único que puede cambiar nuestra vida mediocre por una vida de calidad y de excelencia. Él está a la puerta de nuestra vida esperando que lo invitemos a entrar y a cenar: "Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo" (Apocalipsis 3:20).

Que esta Navidad no sea una fiesta más, sino más bien, sea un tiempo para volver a empezar una nueva vida, preparando nuestros corazones para que nazca el Señor otra vez y podamos de esa forma vivir la vida con gozo y alegría, en paz y en amor, sirviéndole en el lugar que Él no ha puesto. Amén.

Rev. Lic. Jorge Bravo C.
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 “ABUELO, ¿CÓMO ERA LA NAVIDAD        CUANDO ERAS COMO YO?”
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 Cuento de Navidad 2017  (1) 
 – ¡Abuelo! ¡Abuelo! Dentro de poco es Navidad. Me gustaría que me contaras qué hacías cuando eras como yo.
– ¿Cuántos años tienes?
-Ocho, abuelo. 
(El abuelo estaba sentado al lado de una estufa eléctrica leyendo un libro. Cerró los ojos, levantó el cabeza pensativo y miró a su nieto).
– Mira… Las cosas eran distintas a como son ahora, claro. Pero en el fondo siguen siendo las mismas.
– A ver, ¡cuenta abuelo!
– Cuando tenía unos ocho años…
(El niño se sentó en el suelo cruzando las piernas y el abuelo comenzó a contar su historia navideña…)
– Nos reuníamos toda la familia, mis padres y mis hermanos, a cenar la víspera de Navidad. El postre eran los turrones. El brindis se hacía con vino blanco, porque entonces el champán era muy caro…
¿Por qué se celebra la Navidad?, pregunta el niño cortando el relato.
-Navidad es una palabra antigua, muy antigua, de dos mil años. Significa el día en que nació Jesús en un establo de Belén, pobre, muy pobre. Su madre es la Virgen María y su esposo san José. ¿No te acuerdas lo que leemos en el Evangelio de san Lucas todos los años después de cenar en casa de los abuelos?
Sí abuelo. Nació en un establo y hacía mucho frío. 
– Pues después de cenar cada uno contaba cosas en un ambiente de familia lleno de cariño y afecto, alrededor de un brasero porque hacía frío en esta parte del mundo, a diferencia del otro donde la Navidad se festeja con calor. Cantábamos villancicos de la tierra delante del Belén que hicimos en casa.
–¿Tú hacías el Belén, abuelo?
-Lo hacía con mis hermanos mayores. Cuando terminábamos el cole, teníamos el encargo en casa de hacer el Belén, el Pesebre. Representa del Nacimiento de Jesús y la adoración de los pastores, en el establo, junto a un buey y una mula. Íbamos al campo a buscar musgo, ramas de pino o abeto y colocarlo en un lugar de la casa.  Pintábamos una tela de saco y parecía que fuera tierra y hacíamos también las montañas y encima de las montañas poníamos harina que era la nieve. Con papel de plata trazábamos ríos… Había casitas y guirnaldas de luces y animalitos, gallos, gallinas y ovejas. Encima de la cueva, donde estaba Jesús con María y su esposo san José, una estrella grande. Es la Estrella que vieron los Reyes Magos y la siguieron para adorar al Niño Jesús.
(¡Cómo miraba el niño con sus ojos saltones, de color gris azulado!)
¿Los Reyes Magos llegaron el día que nació Jesús?
Llegaron más tarde y fueron los que le trajeron buenos regalos, porque era Dios. Y desde entonces reparten juguetes para todos los niños del mundo.
Yo pensaba que era Santa Klaus. También trae juguetes ¿verdad?
Santa Klaus vino muchísimo más tarde y se cree que en realidad era un obispo que repartía muchas cosas entre los pobres y que se llamaba San Nicolás de Bari. Su fiesta es también en diciembre un poco antes de Navidad.
Pero entonces ¿quién trae los juguetes? 
Todos traen juguetes, pero para los cristianos es el Niño Jesús o los Reyes Magos, según los lleven el día de Navidad o el día de Reyes, que es el seis de enero. Santa Klaus también los lleva el día de Navidad, porque es el día en que nació Jesús. Es el cumpleaños de Jesús que ahora está en el cielo desde que resucitó de entre los muertos.
Y también está en el Sagrario, ¿verdad? 
Sí, claro, porque es Dios y quiere que estemos cerca de Él.
Abuelo, ¿por qué mis papás no ponen el Belén como hacías tú? 
Bueno, en casa tienen un árbol bien adornado, con guirnaldas de lucecitas que se encienden y se apagan, y estrellitas y cintas y bolitas y la estrella y otros adornos.
¿El árbol es el Belén?
El árbol de Navidad es el árbol de Navidad. Y el Belén es el Belén. El Belén nos representa ante nosotros el Nacimiento de Jesús. Nosotros no teníamos árbol. No era costumbre. El árbol viene de los países del norte, muy al norte, donde hacía mucho frío y viento. El árbol tiene encima una estrella que es la de los Reyes Magos, y tiene bolitas, y una forma de un triángulo (¿Sabes lo que es? –Sí, es esto– y dibujó sobre un papel el triángulo).
Pero a mí me gustaría tener un Belén… ¿Por qué no lo tenemos? Podríamos hacerlo mi hermana y yo sobre la mesa de la cocina. 
Es una buena idea. Tus padres no tienen tiempo…
¿Nos ayudarías tú, abuelo?
Pues ¡claro!… Hemos de ir un día al campo… cuando no llueva. Pero tienes que tener el permiso de tus papás.
Sí abuelo, iremos a tomar el musgo y ramas de árboles. 
Y pintaremos una tela vieja, con montañas, y pondremos figuritas y casitas, compraremos un Nacimiento, con el buey, la mula, el Niño Jesús, la Virgen María y san José.
¡Bien! Se lo diré a papá y mamá.
… Y así se construyó un bonito Belén en casa del nieto, y aprendimos canciones de Navidad cantamos y bailamos.  El abuelo ya no podía bailar.
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 LA NAVIDAD ANTIGUA Y LA NAVIDAD  ACTUAL
 feliz navidad
 Las navidades en estos tiempos son materialistas, todo es comercio, rumba, diversión y ambición por querer tener todo lo que la sociedad nos brinda: ropa nueva, zapatos, celulares, etc.; total es estar en la moda y querer mostrar muchas veces lo que nos somos en realidad para agradar a las demás personas.
Llega la cena navideña de familia el 24 y todos en la mesa dispuestos a comer pero cada quien luce serio y con su respectivo móvil a la derecha de su plato, y cada vez que les escriben responde el mensaje sin ningún reparo, nadie habla con nadie solo se miran a las caras como si fueran personas desconocidas y al finalizar la cena cada quien se levanta sin decir nada.
Luego todo sigue igual salen los hijos a rumbear y los padres quedan en casa, o simplemente si no salen se quedan pegados a su teléfono y sin pronunciar palabra alguna hablando con sus amigos o sacándose una “selfie” con una frase de cajón: “Disfrutando la navidad en familia”, mientras que los veteranos ya sean los abuelos, tíos o padres, ellos si realizan una verdadera conversación de “whatsapp”.
Si la cena es en una finca un poco retirados de la ciudad igualmente así se portarían puesto que la tecnología está atrayendo cada día má
s a las personas, y el verdadero sentido de la misma se está perdiendo porque solo estamos apegados a lo material, a la vanidad.
Diferencia entre navidad actual y de antes. 
A diferencia de la navidad de antes, era distinto si había cena todos charlaban así fuera un poco, se contaban cosas de sus vidas que sucedieron durante el año o hablar sobre la comida si estaba deliciosa y así, no existía un móvil al lado derecho del plato, allí no había nada, antes de esa cena se hacia la novena en familia en verdad era de mucha unión y regocijo,  los niños jugaban afuera el 8 prendían las velitas, las chispitas mariposas, y esperaban hasta que llegara las 12 para dar feliz navidad, no habían quemados ni nada de eso era más sano todo, el 31 la misma situación, todos felices y unidos disfrutando en familia.

navidad 
 Anteriormente se disfrutaba sanamente, se pensaba era en estar en familia y amigos, y llegaban otros familiares de fuera de la ciudad a compartir, y si habían regalos pero menos importantes, pues no era tan interesante ver si se tenía algo nuevo.
Ahora todo el que disfruta despilfarra el dinero en cosas innecesarias, trago, ropa, celulares en fin, y no es igual decir vamos a hacer la novena pues algunos salen, otros no quieren y otros simple la rezan a medias pues están pegados al celular.
Puesto que ahora es que sin regalos, sin comida, sin trago, sin ropa nueva, y sin algún dispositivo móvil no es navidad!
La alegría de la navidad. 
Pensemos y analicemos que la navidad es un momento de alegría, de compartir, de unidad y pues la idea es siempre estar ahí con las personas que mas amamos y que también nos aman pues el día que no estén nos harán falta y ya no podremos disfrutar de su compañía, las cosas materiales son pasajeras y esas pasan se acaban pero la compañía grata de un ser querido no, eso siempre permanece en nuestra mente y corazón.
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 “DICIEMBRE ES EL MES DE LA ESPERANZA, DONDE TODOS VIVIMOS CON LA ILUSIÓN DE ESTAR REUNIDOS PARA RECIBIR NUEVAMENTE EL HIJO DE DIOS QUE VIENE PARA BENDECIR NUESTROS HOGARES Y LLENARNOS DE BUENOS SENTIMIENTOS. QUE TODOS LOS CAMBIOS QUE DEMOS EN NUESTRA VIDA SIRVAN PARA QUE SEAMOS BUENOS CRISTIANOS. ¡FELIZ NAVIDAD Y UN AÑO NUEVO LLENO DE MUCHA PROSPERIDAD! ”. SON LOS DESEOS DEL DIRECTOR Y SU EQUIPO DE TRABAJO.







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Espero que hayan disfrutado de su Contenido, hasta pronto…
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